Cultura Purépecha
La Civilización Purépecha es una de las Culturas de Mesoamerica más importantes, constituyendo el segundo Imperio más grande de la región, para el momento de la invasión española.
Entre los años 1.200 y 1.530 d.C., aproximadamente, los purépehas habitaron en el actual Estado mexicano de Michoacán, donde se hallaba su capital, Tzintzuntzan. También se extendieron en parte del territorio de Jalisco y Guanajuato.
Es igualmente conocida como Cultura Tarasca o Michuaca, por la etimología en lengua náhuatl (<<michuaca>>: “lugar de pescados”). Se la llama 'purépecha' por su idioma P’orhé.
La civilización Purépecha es destacada entre las culturas mesoamericanas por haber resistido la potencia de la conquista militar del Imperio Azteca.
Dadas la cantidad de invasiones aztecas que habían tenido que soportar, al momento de la conquista española los purépechas se aliaron a los ejércitos españoles de Hernán Cortés para derrotar a los aztecas.
Ubicación geográfica de los purépechas
La Cultura Purepécha tuvo asiento en el actual territorio de Michoacán, al centro de México, en las costas del Pacífico.
Los purépechas irradiaron desde su capital Tzintzuntzan y extendieron ciudades también en los Estados de Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Distrito Federal, Colima y Baja California.
Las principales ciudades purépechas se ubicaron alrededor del lago Pátzcuaro, conformando el centro de poder político y ceremonial del Imperio.
Esas ciudades fueron:
- Tzintzuntzan (capital): poseía cinco yácatas (templos de planta mixta) con terrazas integradas. A la vez que centro religioso, era un fuerte de defensa militar.
- Pátzcuaro: llamada La puerta del cielo, dado que se creía que era el lugar de llegada y salida de los dioses. Fue un centro religioso, hasta que con la conquista española pasó a ser la capital de los purépechas sobrevivientes.
- Ihuatzio: contaba con tres yácatas y un imponente desarrollo urbanístico, con una extensa red caminera, pirámides y muros (uátsiri). También funcionaba como observatorio astronómico.
Actualmente, más de 200.000 indígenas purépechas viven distribuidos principalmente en México, aunque también algunos residen en territorio estadounidense, canadiense y de Groenlandia.
Características de la Cultura Purépecha
Los purépechas se caracterizaron por los siguientes rasgos culturales:
- Idioma:
La lengua purépecha era única de esta cultura y estaba dividida en tres dialectos: lacustre, central y serrano. - Alimentación:
Su principal fuente de alimento eran el maíz, los frijoles, la calabaza y los pescados. - Comercio:
Para el intercambio entre ciudades manejaban una moneda, representada en el maíz. - Gobierno teocrático:
Sus decisiones eran tomadas por líderes religiosos, que constituían el centro de poder de la sociedad. - Viviendas:
Construían sus casas con adobe y madera, para las paredes, y hojas de palma, para los techos. - Procedencia:
Algunos estudios consideran que los purépechas podrían haber llegado desde Sudamérica, dadas las similitudes con culturas de esa región; principalmente en sus cerámicas, metalurgia, formas de navegación y modos de entierro en pozos. Sin embargo, estas investigaciones no presentaron pruebas suficientes.
Religión de los purépechas
La religión purépecha fue de carácter politeísta. Creían en múltiples dioses.
Las variadas deidades habitaban en distintos mundos: el cielo, la tierra y el inframundo; las tres partes en que se dividía el universo.
En el cielo vivían los dioses supremos, que podían transitar de un mundo a otro. En la tierra solo habitaban divinidades que tomaban forma de animales o fenómenos naturales. En el inframundo se encontraban las deidades del mundo de los muertos.
De su extenso panteón, tres dioses resaltaban por sobre el resto:
- Curicaveri: Dios del Sol y de la guerra. Su símbolo eran las aves y el fuego. Era considerado el padre de las demás deidades y creador del cielo. A él se realizaban quemas de riquezas y sacrificios humanos.
- Cuerauáperi: Diosa de la tierra y esposa de Curicaveri. Creadora y protectora de la tierra. Regía las lluvias, las sequías, los nacimientos y las muertes. Tenía cinco hijos, que reinaban en los distintos puntos cardinales: centro (Xaratanga), sur, norte, este y oeste.
- Xaratanga: Diosa de la Luna, hija de Curicaveri y Cuerauáperi. Gobernaba los mares y los peces. Era ofrendada con sangre de animales.
Una peculiaridad de la religión purépecha es la ausencia de los dioses mesoamericanos más difundidos, como la serpiente emplumada, Quetzalcóatl entre los Dioses Aztecas, Kukulkán entre los Dioses Mayas.
Organización social y política de los purépechas
La sociedad purépecha era estamental, estratificada en tres castas: nobleza, plebe y esclavos. El linaje de cada casta estaba determinado por nacimiento, pero era explicado como decisión de los dioses.
La pertenencia a un estamento era determinante de las funciones políticas, económicas y religiosas que un purépecha tenía en la sociedad. Tan solo los sacerdotes podían alterar el linaje estamental de alguien, haciéndolo en nombre de los dioses.
En la cultura purépecha, además, las familias no eran grupos separados por descendencia sanguínea tal como la conocemos, sino que eran clanes agrupados según espíritus de dioses. Actualmente este rasgo se mantiene, organizándose en comunidades con consejos de ancianos y representantes.
Nobleza
La nobleza purépecha se dividía, a su vez, en tres sub-estamentos: sacerdotes, jefes militares y nobleza inferior.
Sacerdotes
Este estamento era liderado por el iroche o cazonci, el gobernante supremo. Representaba la imagen del Dios Curicaveri en la tierra. Tenía a su cargo los lineamientos políticos más importantes y la designación de los demás sacerdotes (petámuti), incluyendo los de otras ciudades. Al morir el iroche, su cargo era heredado por un hijo que él hubiera designado.
Jefes militares
Eran responsables de la defensa del Imperio y las conquistas militares. El Gran Consejo militar también podía llevar a cabo funciones religiosas.
Nobleza inferior
Eran funcionarios encargados del orden interno y de recolectar los tributos que la plebe debía hacer a la Nobleza. También realizaban tareas de prestigio, como la dirección de obras de infraestructura, artesanías refinadas y comercio.
Plebe
La casta de plebeyos estaba integrada por pescadores, campesinos y artesanos de tareas menores, como utensilios de uso cotidiano, vestimenta de la plebe y herramientas básicas.
Era la única casta que pagaba tributo a los nobles.
Esclavos
Eran prisioneros de guerra o hijos de esclavos. Se encargaban de tareas de servidumbre y eran pertenecia directa de Nobles.
Economía de los purépecha
Las actividades económicas en la Cultura Purépecha se encontraban fuertemente diferenciadas según la casta de la organización social.
Actividades económicas de la Nobleza
La nobleza no trabajaba de forma directa, sino que consumía lo que obtenía mediante los tributos de la plebe y la producción de artesanías de la nobleza inferior.
Al contar con esclavos, producía grandes obras de arquitectura, así como artesanías lujosas tales como esculturas, cerámicas, textiles, joyas, platería, armas e instrumentos de música.
Actividades económicas de la Plebe
Practicaban la agrigultura, la recolección, caza y pesca, con fines de subsistencia.
La agricultura se basaba en la siembra de maíz, los frijoles y calabaza. También recolectaban frutas y cazaban roedores, sobre todo conejos y liebres. La pesca estaba enfocada en gran medida en tortugas de lago, pescado blanco y trufa.
A su vez, hacían manufacturas para uso cotidiano, como vestimentas y utensilios en madera y arcilla. Generalmente, cada producto y alimento era utilizado y consumido al interior del clan, aunque también existía el trueque entre clanes.
Costumbres y tradiciones purépechas
La Cultura Purépecha tiene numerosos rituales y festividades. Muchas de estas costumbres se mantinen en la actualidad, no solo entre las comunidades purépechas sino como acontecimientos en México.
Gran cantidad de las festividades purépechas surgen del sincretismo entre las creencias prehispánicas y la evangelización que llevaron a cabo los españoles durante la conquista.
- Día de los muertos: entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre, las familias duermen en los cementerios, adornan las tumbas y realizan banquetes y danzas para sus difuntos.
- Danza de los viejitos: se trata de un baile con máscaras de anciano sonriente, hechas con hoja de maíz. Estas danzas se realizan para pedir salud a los dioses y se practican en Pátzcuaro y Michoacán.
- Día de la Virgen de Guadalupe: el 12 de septiembre se llevan adelante bailes, desfiles y misas por las calles, en honor a la santa patrona de México.
- Día de la epifanía: se trata del equivalente del día de reyes católico. Se cree que reyes entregaron regalos al niño Jesús; por eso cada 6 de enero se obsequia presente a los menores.
- Día de los Santos Inocentes: realizando burlas a prójimos, cada 28 de Diciembre se conmemora la matanza de niños que ordenó el rey Herodes pretendiendo dar muerte a Jesús.
- Día de la Candelaria: festividad de los días 2 de febrero, que se celebra comiendo tamales.
Vestimenta de los purépechas
Las ropas que utilizaban los purepéchas originalmente es poco conocida, dado que con la conquista española se les impuso cambios en numerosas costumbres (entre ellas la manera de vestir) sin que queden demasiados registros.
Lo que dicen los códices que quedaron de la época es que la vestimenta típica purépecha era muy colorida, con flores, flecos y bordados.
Por grabados y esculturas, se estima que utilizaban un tipo de falda plisada, delantal y cinturones, con sandalias en los pies. También realizaban perforaciones en el rostro y llevaban cintas en todo el cuerpo y gorros adornados en sus cabezas.
Los atuendos y adornos diferían en mucho según la posición social que ocupara la persona. Las mujeres de la nobleza tapaban el torso, mientras que en la plebe lo llevaban descubierto.
Los sacerdotes lucían una calabaza de tabaco alrededor del cuello y gran cantidad de joyas y cetros.
Caída de la Civilización Purépecha
En el año 1525 d.C., el rey purépecha Tangaxoán II estableció un acuerdo de paz con la Corona española, que prometió no aniquilar a su pueblo. Sin embargo, en 1530 d.C. el conquistador español Nuño Guzmán atacó los territorios purépechas para apoderarse de sus riquezas.
En 1533 d.C. el obispo Don Vasco de Quiroga fue enviado a Tzintzuntzan como representante colonizador de la Corona española.
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